Queridos amigos. Antes que nada queremos agradecer las notas y las llamadas telefónicas recibidas, solidarizándose con el pueblo peruano a través nuestro, por la crítica situación en que un movimiento sísmico ha dañado al país. Ha sido un terremoto anunciado ya que la semana anterior dos movimientos de mediana intensidad, 4.5º, nos alarmó aquí en Huacho. Con la misma intensidad se ha sentido en Huacho los efectos de este último seísmo que alcanzó la categoría de terremoto y tuvo en su epicentro los 8º causando mucho daño en el sur del país, e incluso destruyendo viviendas de la Lima antigua, llegando su onda de expansión hasta la sierra, muy alejada de su epicentro y hasta la selva. Al cabo de una semana se siguen provocando réplicas de este movimiento que llegan a alcanzar los 5 y 5.5º. Personalmente no lo sentí. En esos momentos me estaba trasladando en una moto-taxi al centro de Huacho y cómo el vehículo que me transportaba se mueve mas que una vibradora, y máxime en las calles de nuestro barrio, hasta que no llegué a la calle principal de Huacho y vimos a la gente correr no nos dimos cuenta de la magnitud del movimiento. De este terremoto aún no se conocen con exactitud los datos de muertos y heridos; las viviendas destruidas; las carreteras y caminos dañados, la infraestructura de puentes, líneas eléctricas y telefónicas que han desaparecidos y muy en especial se desconocen el número de víctimas que se hayan producido en la sierra. Después de todo tenemos que darle gracias a Dios de que el terremoto haya tenido el epicentro en el mar y a bastante profundidad. Si se llega a producir en la tierra hubiésemos tenido un verdadero desastre, como en el 1970 en Ancash donde murieron más de veinte mil personal y la tierra tapó un pueblo entero, Yungay, del que sólo se ve las puntas de las torres de la Iglesia. La Solidaridad se ha hecho presente en el Perú. Los organismos están recogiendo ropas, alimentos y medicamentos; diversos países han enviado aviones con material quirúrgico, alimentos, tiendas de campaña, agua y personal de apoyo. La Iglesia por su parte también ha lanzado la consigna del compartir. Pero… la inoperancia del Gobierno con gran irresponsabilidad no ha tenido una infraestructura básica de apoyo a los damnificados y se están dando casos de aprovechamiento y corrupción que pone en incredulidad la realización de un verdadero plan de emergencia en apoyo a las familias, a los barrios y a los pueblos que se han quedado sin nada, completamente arrasados por el seísmo. Por nuestra parte hemos aplazado hasta Septiembre las actividades festivas por nuestro Aniversario en los días en que celebramos las Fiestas de Santa Rosa. Sólo vamos celebrar las actividades culturales y religiosas. Ya hemos entregado un camión con ropas, carpas, zapatos, alimentos y velas al Municipio de Hualmay. Hemos entregado 3 mil euros al grupo de Sacerdotes compañeros del IEME en Ica, una de las ciudades más dañadas. En estos días nos llegó un container de Mairena del Alcor, de la Asociación Llamarada de Fuego y estamos esperando retirar otro container que nos llega de Dos Hermanas (Sevilla) con gran cantidad de ropas y alimentos para hacer entrega de un camión completo a nuestra Diócesis y otro a los Sacerdotes del IEME en Ica. Para hacer una campaña de toma de conciencia entre nuestros alumnos se ha iniciado la entrega de alimentos por parte de los Padres de Familia, poco o mucho, pero que se sientan llamados a la solidaridad con el pueblo que padece los efectos del terremoto. Muchos de ustedes nos preguntan si necesitamos algo y como nos pueden ayudar. Lo que nosotros hemos entregado ha sido lo que ustedes, comunidades, parroquias, instituciones nos han hecho llegar a través de “Llamarada Fuego” y de “Nazarena para la esperanza” para nuestro trabajo dentro del plan establecido por el Centro Parroquial. Nos lo han dado para los pobres de Huacho, pero en estos momentos hay en el Perú más gentes que padecen hambre que en Huacho. Y lo vamos a entregar a los pobres del Perú, en vuestro nombre y en nombre de la Iglesia. Sabemos que Dios y ustedes no nos van a abandonar y que lo que hoy “adelantamos” a nuestros hermanos del sur ustedes nos lo van a reponer con creces para que desde el Centro Parroquial se siga apoyando a estos hermanos vuestros y podamos realizar nuestros planes y proyectos establecidos. En los momentos dolorosos que estamos pasando no pueden suponer el consuelo de vuestros mensajes y de vuestras llamadas. Vemos vuestro interés y vuestra preocupación por nosotros y por todo lo que concierne a vuestro trabajo. Gracias hermanos. Oren por el pueblo peruano y por todos nosotros. Ustedes acrecienta nuestra fe y confianza en la fraternidad hermana como Hijos de Dios y Hermanos en Cristo. Que el Dios Trinitario, el Dios de Vida os lo premie. Gracias y un fuerte abrazo. Pepe.
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