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La alegría de los mantecados
 
Recuerdo cuando en mi infancia, los niños al llegar la Navidad, cantábamos “arriba mantecados, abajo polvorones, que vivan los maestros que han dado las vacaciones”.

Creo que en Malawi, los cánticos y pensamientos sobre los mantecados, no serán menos.

En nuestra visita al orfanato de Chezi, em Malawi, coincidimos el domingo con un momento en que los niños de los poblados cercanos, aportaban yerbas y forraje para las vacas y las monjas le entregaban a cada uno, 2 mantecados y algunas galletas.

La cola era grande, pero mayor era la sonrisa que tenían, cuando tenían en sus manos esa fuente de sabor y energía.

En el próximo contenedor, si Dios quiere para final de junio, llegaremos como mínimo a los 4.000 Kg. de los cuales el 90 por ciento ya están empaquetados.

Gracias a todas las empresas estepeñas que año tras año lo hacen posible.

A seguí machacando.














 

 
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